Adiós A Mi Mascota
¿Qué pasa cuando nuestras mascotas mueren?
Ver a nuestros hijos atravesar el dolor de perder a una mascota puede ser una experiencia difícil y desgarradora. Como adultos, también compartimos ese vínculo especial con nuestras mascotas y entendemos el profundo impacto que su pérdida puede tener en la vida de nuestros hijos.
Al leer este libro junto a sus hijos, están proporcionando un espacio seguro para que juntos expresen sus emociones y ayuden en él transcurso de su duelo.
El libro incluye espacios para que tu hijo pueda dibujar, escribir sus cosas favoritas de su mascota, escribirle una carta y pegar fotos para facilitar su proceso de despedida.
Espero que este libro les ayude a transitar el dolor de decirle adios a ese ser tan querido.
reseñas
Prólogo por la psiquiatra Lorena Rodríguez-Bores
¿Has escuchado que nuestras mascotas además de ser nuestros amigos y compañeros son importantes en nuestro bienestar físico y emocional?
La relación entre las personas y los animales, especialmente las mascotas, tiene un impacto profundo y positivo en nuestra salud mental. Las mascotas nos ofrecen amor incondicional, compañía y apoyo emocional, para sentirnos contentos y tranquilos.
Pero… ¿Qué pasa si mi mascota se muere?
Después de que se muere pasamos por un momento que se llama “duelo” y si, suena a que nos “duele” porque perder una mascota es una experiencia dolorosa. Este “duelo” nos ayuda a enfrentar y regular nuestras emociones, desde la tristeza y el enojo que podemos sentir al principio para llegar a la aceptación y la tranquilidad.
Es importante saber reconocer nuestras emociones, validarlas y hablar con nuestros papás o amigos de lo que sentimos.¿Qué hago si me pasa a mí?Recuerdo cuando murió mi mascota Magnolia.
Después de unos días además de platicar con mi familia y mis amigos, leí información adecuada para las personas que perdemos seres queridos y fue así como empezó a disminuir la tristeza para solo recordar con gratitud los momentos y enseñanzas que me dejó.
Al leer - Adiós a mi mascota - escrito por mi amiga Karen, nos deja la enseñanza de que sentirnos mal después de perder a una mascota no significa que estemos enfermos.
La muerte de nuestra mascota puede abrir nuestros corazones a nuevas posibilidades. Aunque no podemos reemplazarla, podemos honrar su memoria al abrirnos a la idea de amar a otra mascota en el futuro gracias a nuestra capacidad para sanar y seguir adelante.
A los papás y mamás: en el caso de los niños, la muerte de una mascota puede significar la pérdida de un compañero de vida. Los niños sienten la pérdida pero su forma de expresar y procesar el duelo puede ser muy diferente y cada niño lo enfrentará a su manera. A medida que los niños crecen, pueden comenzar a entender que la muerte es final e irreversible que los lleva a sentir una variedad de emociones intensas.
Todo esto representa un proceso de adaptación normal ante una muerte en el que necesitarán ayuda de sus padres y de otros cuidadores para aprender a expresar, procesar y enfrentar la pérdida para regresar a sus actividades cotidianas y reinsertarse en su funcionamiento habitual.
Cuando las personas, incluyendo los niños, muestran algunos signos de alerta se recomienda acudir a un profesional de la salud mental para alguna intervención más especializada. Si están cursando por un momento de duelo deseo que este libro los acerque a la vivencia de sus hijos ante la pérdida y los guíe para superar de forma saludable este desafío.
Lorena Rodríguez-Bores
Psiquiatra